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Ni una gota de optimismo

¿Tú eres de los que da o de los que recibes?

Este artículo va dedicado a mi neoamigo Sumi, quien la otra madrugada descubrió que no se puede bajar la guardia deshaciéndose en risas metiendo la paja en ojo ajeno sin que algún cabrón intente meterse en tu casa de madrugada (un abrazo al ganzuas anónimo).

 

Esta mañana me ha pasado algo curioso en una soberanamente aburrida clase del máster. Es sábado y llueve, y el hecho de ser una clase que analiza las directivas históricas de la Unión Europea en materia de cultura no es precisamente lo que a uno le apetece oir (añoro aquellos sabados mañaneros con Club Disney, Pressing Catch del Último Guerrero y Hulk Hogan y el primigéneo Humor Amarillo). Al volver del descanso una compañera me ha pedido que le hiciera un masaje.

 

Supongo que este es el momento en que se os entornan los ojos (en diferente grado si sois hombres o mujeres). Es maravilloso el lenguaje no verbal si se sabe observar adecuadamente. Nos puede decir el grado de inteligencia de la otra persona, el interés que provoca nuestro discurso, su edad mental (sin esas pajas del brain training)... No pensar mal, Elisa y yo somos amigos y ha sido un masaje de amigos pese a mis reiteradas peticiones de que se desnudara en pro de un ejercicio más terapéutico. Satisfecha su necesidad de desanquilosidad ambos hemos vuelto a sumergirnos en ese universo de sensaciones que es la apatía. No obstante, no ha dejado de picarme en las sienes el hecho de dar y de recibir y no por esa gilipollez de quien es mas "maricón" (palabra odiosa en si misma) sino por la metáfora que ejemplifica.

 

Todo en esta vida se hace interesadamente, y quien diga lo contrario miente: se trabaja por un salario, se finge interés por los gustos del otro/a por las expectativas de sexo, se dona pasta por descargo de conciencia y se abona uno al futbol para desatar todo aquello que sería reprobable en una conducta social normal (racismo, machismo, gañanería, promiscuidad, politoxicomanismo...). Lo que realmente es discutible es si se recibe en tanto en cuanto se da o más bien los platillos de la balanza cuelgan a distinta altura. Como me dijo un buen amigo mío una vez "No pidas peras al olmo que no te las dará" (un abrazo mochales). Es bueno dar y no es malo esperar algo a cambio, pero no hay que pretenderlo siempre. Mi consejo es fingir un políticamente correcto desinterés y después, en caso de que no haya lugar a la contraprestación, botellazo en la nuca.

 

También es curioso pensar en las similitudes que hay entre los masajes y el sexo oral:

En ambas disfrutas mas recibiendo.

Siempre esperas que la otra persona este más rato que tú.

Si empiezas tú lo haces únicamente pensando en tu turno.

La otra persona siempre se queja si acabas sin preaviso y luego encima te pone mil excusas para no cambiar los papeles...

1 comentario

sumisumisumi -

Teniendo en cuenta que el artículo me lo dedicas sacando a colación la violación de intimidad que sufrí hace no muchos días y relacionándolo con el tema “dar y recibir” no se si quieres insinuar que me ponga a entrar por la fuerza en las casas de todos aquellos que estuvieron jodiéndome aquella noche. O quizá no tenga nada que ver lo uno con lo otro y lo que realmente quieres es chuparme la polla para que yo te la chupe también.

Sólo voy a decirte una cosa: Lo primero puede, pero no obtendrás contraprestación ninguna.

Seguramente no haya acertado en ninguna de mis suposiciones y lo que realmente quieres decir con esto es mucho más profundo o mucho más intranscendente (una gilipollez, vamos), pero gracias por dedicarme DOS artículos… jejejejeje.

Un saludo neoamigo.

P.D.: espero haber escrito todo correctamente (el Word me ha ayudado, pero no me fio mucho de él, creo que le caigo mal).